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Dichos y refranes del pueblo

NI TANTO QUE QUEME AL SANTO…

Dice la leyenda que un monje que buscaba una relación cercana con Dios se retiró a vivir de anacoreta, de ermitaño, a lo más profundo de un bosque. En aquel silencio redescubrió la obra divina y se recreó ante el verde de las arboledas, el fulgor polícromo de la floresta, el cielo tachonado de miríadas de estrellas, el rumor del viento entre las copas de los árboles y en todas esas voces y esplendorosas visiones creyó descubrir la presencia de Dios.

DE LA MODA, LO QUE TE ACOMODA...

En verdad que hay tantos rasgos tan diferentes en los humanos, que es imposible defender que Dios nos hizo a todos iguales; aplicando esto, claro está, en lo físico. Los hay altos y chaparros, prietos, güeros, musculosos, flacos; de cuello largo y de cuello que se pierde entre los hombros; de piernas largas como una garza y piernas cortas como un pato.

¡QUÉ VIDA DE PERRO…!

Los perros han sido muy usados en los dichos del pueblo. Quién no ha escuchado la expresión: “¡qué perra vida…!” -para quejarse de una existencia triste. También se ha dicho “¡Qué vida de perros…! -con la misma intención. Pero no se queje usted de esta manera, que no todos los perros sufren como nosotros. Los hay que tienen su veterinario de cabecera, que los tienen atendidos con un dietista que les procura la mejor alimentación, que los pasean en avión y los llevan a presumirlos en exposiciones caninas.

ENFERMO QUE COME…

Hay personas que han trabajado toda su vida y un día llegan hasta a desear tener un accidente que los obligue a guardar cama, para por fin descansar... Una vez que les cae la enfermedad o el hueso quebrado, tras descansar cuatro días les gana la desesperación y descubren que no hay mayor dicha que la salud y el trabajo.

SI NO COMPRA, NO MAYUGUE…

Un dicho de los mercados pero que se ha aplicado a tantos aspectos de la vida diaria, es aquél que reza:

SI NO COMPRA, NO MAYUGUE…

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