Usted está aquí

Supersticiones

LA INFLUENCIA DE LA LUNA

La luna altera el agua de la tierra provocando las mareas y, como el cuerpo humano es setenta y cinco por ciento de agua, y animales, árboles y plantas en mayor o menor grado también contienen líquido, todos, como seres vivos que son, sufren la influencia del ciclo lunar. Esto ha sido el origen de muchas prácticas que rayan en la superstición aunque tengan un fundamento aparente.

Categoría: 

EL CUERVO

Uno de los animales que más han sido rodeados de misterio, lo es el cuervo. En la antigüedad, se creía que el cuervo servía de enlace con el mundo del Más Allá. Los indios de Norte América aseguraban que el cuervo era el mensajero de los muertos, que por medio de él las almas buscaban comunicarnos algo.

Categoría: 

LOS ANIMALES Y LA SUERTE II

MURCIÉLAGO CRUCIFICADO

Quizás usted cuando era niño vio la incomprensible escena de un murciélago agonizando, clavado por las puntas de las alas y las extremidades en alguna tabla o una puerta. Antiguamente, se creía que este animal traía mala suerte si se introducía a una casa y esta era la única forma de conjurar el mal que con él había entrado.

SERPIENTE DE AGUAS

Categoría: 

LOS ANIMALES Y LA SUERTE I

Los presagios que llegan con la presencia de algún animal es creencia muy antigua a la que no escapa nuestra región. Todo lo que viene con el coyote, el murciélago, el camaleón, la chuparrosa, las aves negras y otros animales, ha sido tema de mil historias que se escuchan por nuestros pueblos. He aquí un pequeño muestrario de supersticiones que se escuchan por el Norte de México como herencia de nuestros antepasados.

EL COYOTE

Categoría: 

LA HUELLA DEL DIABLO

Según la tradición popular, el Diablo ha dejado su huella donde quiera que se ha presentado. En 1855 en Inglaterra, el periódico London News registró unas huellas de pezuñas de diez centímetros de ancho que se podían seguir a través de granjas, patios y jardines sin respeto a cercas, bardas o alturas, ya que se repetían también por los techos y seguían dejando un rastro a lo largo de ciento sesenta kilómetros. Lo más sorprendente, era que las huellas atravesaban por aberturas de treinta centímetros y desaparecían en una abertura de drenaje de sólo quince centímetros.

Categoría: 

Páginas

Norestense fue desarrollado en Drupal

Funciona con Drupal